🎅🏼¿Cuál es el origen de Papá Noel?

La Navidad trae muchos mitos y leyendas consigo. Muchos relatos transmitidos de generación en generación, y muchos personajes ilustres que se mantienen vivos en nuestras rutinas navideñas de cada año. De entre todos los personajes, sin duda, el más famoso de todos es Papá Noel. Este simpático hombre viene cada Navidad a llenar de ilusión, magia y alegría todos los hogares del mundo.

Vamos a ver cuál es el origen de Papá Noel, como se formó la leyenda de este personaje y acercarnos y conocer con mayor profundidad su maravillosa historia.

El origen del personaje

El actual personaje de Papá Noel, se basa en el obispo cristiano Nicolás de Bari, nacido en el siglo III d.c. en Patara, Italia. Este joven, tras la temprana muerte de sus padres, repartió todas sus posesiones entre los más necesitados de la región y comulgó la religión católica para paliar su dolor por la pérdida de sus progenitores.

Más tarde, se acabó convirtiendo en obispo de la ciudad de Mira, en Licia. Según cuentan las crónicas recogidas en el siglo IX, fue una persona que destaco por su interés en la caridad hacia los más necesitados y por dedicación, y preocupación, por los niños. De hecho, se lo conocía como el obispo de los niños.

San Nicolás se convirtió en santo patrón de Turquía, Grecia y Rusia y, además, fue nombrado patrón de los marineros., por una vez en la que una terrible tempestad acecho a una embarcación y, los tripulantes, rezaron al santo hasta que la tempestad consiguió calmarse.

El milagro más famoso y reconocible de San Nicolás

Esta es la historia conocida de Nicolás de Bari, más allá de las mitificaciones y leyendas que transgreden la realidad con su nombre como bandera. A este personaje se le atribuyen varios milagros y actos fantásticos que no pueden comprobarse, pero todos acordes a su afabilidad y dedicación hacia los demás.

Quizá el milagro más conocido de los atribuidos a Nicolás de Bari sea el llamado “Milagro de las tres hermanas”. Según dicen las historias, esta leyenda sucedió en Patara. Allí había un grupo de tres chicas que iban a ser vendidas, al llegar a la mayoría de edad para trabajar como prostitutas, debido a las necesidades económicas de su familia.

Al enterarse de este hecho, San Nicolás, fue a casa de las tres chicas y entro a hurtadillas por la ventana, sin que nadie notase su presencia y dejo a cada una de las jóvenes una bolsa repleta de monedas de oro. En su empeño de ayudar a las muchachas fue descubierto por el padre, el cual, radiante por los actos del obispo, fue contando a todo el mundo la hazaña tan bondadosa que realizó el amado San Nicolás.

Cómo llegó la historia al personaje actual

A San Nicolás le dieron sepultura el 6 de diciembre del año 345 d.c. Debido a que esa fecha era muy cercana a la Navidad, se le empezó a adjudicar la figura a este santo del personaje que conocemos hoy. Desde entonces se dedica a repartir regalos, golosinas y dulces, a todos los niños, cada día de Navidad.

En épocas posteriores la tradición de San Nicolás fue creciendo por Europa y ya fue por el siglo XVIII cuando una imagen de San Nicolás, vestido de obispo y ya con una edad muy avanzada, llegó a los Estados Unidos a manos de emigrantes holandeses. Desde entonces su figura ha ido variando, pero siempre manteniendo las líneas básicas del personaje en el que fueron basadas.

El nombre de Santa Claus viene a raíz de San Nikolaus, la versión alemana del personaje.

Su aspecto actual

San Nicolás tenía un aspecto muy diferente al que se le atribuye en la actualidad. Era delgado y de gran estatura, como las primeras representaciones del personaje, siempre acompañado de su gran bolsa rellena de regalos. En 1823 Clement Moore, un escritor inglés, en su poema “Una visita de San Nicolás, fue el primero en imaginar que Papá Noel surcaba los cielos montado en un trineo cabalgado por varios renos, al menos nueve.

Fue un dibujante de los Estado Unidos, Hadbon Sundblom, trabajador de la Coca Cola, quien en los años treinta creó la imagen que todo el mundo hoy conoce de Papá Noel, Santa Claus para los estadounidenses.  Esta imagen fue creada para una campaña de la empresa de refrescos en las Navidades de 1931, y cogió tanta fuerza, y tanta aceptación popular, que aún perdura como el icono más grande y reconocible de toda la Navidad en el mundo entero.